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Categoría: Salud


Salud

2025-05-09 / 10:06:00

Sueño Profundo: Clave Uruguaya Contra el Alzheimer y la Demencia


En un contexto donde las enfermedades neurodegenerativas como la demencia y el Alzheimer representan desafíos crecientes para la salud pública, recientes investigaciones destacan la importancia del sueño adecuado como un factor preventivo crucial. Dormir bien no solo mejora el rendimiento diario, sino que puede ser clave para prevenir estas enfermedades. Un neuropsicólogo británico advierte sobre los peligros de dormir poco y destaca cuántas horas de descanso necesita el cerebro para protegerse del Alzheimer. Cada vez más estudios confirman que el descanso nocturno tiene un impacto directo sobre la salud cerebral. Según el neuropsicólogo Matthew Walker, profesor de neurociencia y psicología en la Universidad de California, Berkeley, el sueño profundo actúa como una "ducha" que limpia el cerebro de toxinas acumuladas durante el día. Durante estas fases profundas del descanso, el sistema glinfático se activa para eliminar residuos como la proteína beta-amiloide, una de las principales responsables de la acumulación de placas que caracterizan al Alzheimer. Si el sueño es insuficiente o de mala calidad, este proceso de "limpieza" se interrumpe, dejando al cerebro más vulnerable al deterioro cognitivo. Walker y otros especialistas coinciden en una cifra clave: dormir menos de siete horas por noche eleva significativamente el riesgo de desarrollar demencia. En cambio, quienes mantienen un patrón regular de entre siete y ocho horas de sueño profundo tienen menos probabilidades de experimentar deterioro cognitivo con la edad. Los datos surgen de estudios longitudinales que siguieron a miles de personas durante décadas. Quienes dormían menos de seis horas por noche a los 50 o 60 años tenían entre un 20% y un 30% más de riesgo de desarrollar Alzheimer u otras formas de demencia. El problema se agrava con el paso de los años. A medida que envejecemos, no solo disminuye la duración del sueño, sino también su calidad. En particular, se reduce la proporción de sueño profundo (fase N3), el más reparador y esencial para las funciones cognitivas. De hecho, estudios del propio Walker muestran que a los 70 años, la mayoría de las personas pierde entre un 70% y un 80% de su capacidad de generar sueño profundo en comparación con sus 20 años. Esta reducción no solo impacta en la memoria, sino también en el sistema inmune y en el equilibrio emocional. Aunque el foco suele estar en quienes duermen poco, los expertos también advierten que dormir más de nueve horas por noche podría ser un signo de alerta. En algunos casos, este exceso de sueño podría estar relacionado con microdespertares frecuentes que impiden un descanso reparador o con enfermedades subyacentes. El mensaje es claro: no se trata solo de la cantidad de horas dormidas, sino también de su calidad y regularidad. Dormir bien no es un lujo, sino una necesidad biológica que puede marcar la diferencia entre un envejecimiento saludable y el deterioro cognitivo. A continuación, se ofrecen algunos consejos prácticos para mejorar la higiene del sueño: * Establecer rutinas: Acostarse y levantarse siempre a la misma hora, incluso los fines de semana. * Evitar pantallas antes de dormir: La luz azul de celulares y televisores interfiere con la producción de melatonina. * Limitar estimulantes: Reducir el consumo de cafeína después de las 16 horas. * Ambiente adecuado: Dormitorio oscuro, silencioso y fresco. * Evitar siestas largas: No dormir más de 30 minutos durante el día. Dormir bien es una de las herramientas más accesibles y poderosas para cuidar el cerebro. Aunque no existe una fórmula mágica para prevenir el Alzheimer, mantener un sueño profundo y reparador es una estrategia sencilla, gratuita y efectiva para reducir el riesgo. En un contexto donde los casos de demencia aumentan con rapidez en todo el mundo, cuidar el descanso nocturno puede ser una de las decisiones más importantes para la salud a largo plazo.

Salud

2025-05-16 / 07:50:00

Ejercicio de fuerza: clave para revertir y prevenir el Alzheimer, según estudios


Un estudio pionero realizado por especialistas de la Universidad Federal de San Pablo (UNIFESP) y la Universidad de San Pablo (USP) reveló que un hábito cotidiano podría ser decisivo para prevenir o demorar el desarrollo del Alzheimer. Publicado en la revista científica Frontiers in Neuroscience, el trabajo destaca que el entrenamiento de resistencia realizado de forma regular ejerce un "impacto neuroprotector" considerable. "Con solo cuatro semanas de ejercicios con pesas fue posible revertir cambios físicos y conductuales propios del Alzheimer en modelos experimentales", afirmaron los autores del estudio. Los científicos también subrayaron que este tipo de actividad física es especialmente útil para personas mayores y pacientes con demencia. "El entrenamiento de fuerza no solo es accesible y económico, sino que puede prevenir o al menos posponer los síntomas de la enfermedad de Alzheimer", concluyeron. Otro estudio reciente resaltó la importancia de hacer ejercicio físico entre los 45 y los 65 años para prevenir el desarrollo del Alzheimer. La investigación, que lideraron el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y el Barcelonaeta Brain Research Center (BBRC), se publicó en la revista científica Alzheimer's & Dementia. El estudio vincula el nivel de actividad física de las personas con la acumulación de la proteína beta amiloide, ha informado el ISGlobal en un comunicado. La beta amiloide es una proteína que puede obstaculizar la comunicación entre las neuronas si se acumula en el cerebro y es un factor clave en la posterior aparición de síntomas de esta enfermedad neurodegenerativa. Los científicos hicieron un seguimiento durante cuatro años de 337 personas de Cataluña de mediana edad (de 45 a 65 años) con antecedentes familiares de Alzheimer. En este periodo se evaluó su nivel de actividad física y pruebas de neuroimagen, explicó la primera autora del estudio, Müge Aknc, investigadora doctoral en ISGlobal y en el BBRC en el momento que se llevó a cabo la investigación. El estudio mostró que los participantes que siguieron las recomendaciones de actividad física determinados por la Organización Mundial de la Salud presentaron una menor acumulación de beta amiloide respecto a aquellos que redujeron su actividad física o adoptaron un estilo de vida sedentario. Concretamente, la OMS recomienda hacer entre 150 y 300 minutos de ejercicio físico moderado o entre 75 y 150 minutos intensos a la semana. Además, los científicos del estudio han detectado que, a mayor aumento de actividad, mayor es la reducción de la presencia de esta proteína en el cerebro. Los sujetos no sedentarios, además, resultaron tener un mayor grosor cortical en algunas regiones del cerebro relacionadas con el alzhéemer, como las áreas temporales mediales, claves en la memoria. Según el ISGlobal, se estima que un 13 % de los casos de Alzheimer puede atribuirse a la inactividad física. Entre los beneficios más destacados se encuentran: * Accesibilidad y adaptabilidad. Es idea para personas mayores o con movilidad limitada, ya que se puede personalizar según las capacidades individuales. * Efectos antiinflamatorios. De acuerdo con la doctora Beatriz Monteiro Longo, profesora de neurofisiología de la UNIFESP, el entrenamiento de resistencia ejerce una potente acción antiinflamatoria, lo cual podría ser clave en la prevención de enfermedades cerebrales. * Reducción de proteínas tóxicas. En modelos experimentales, se observó una disminución en la formación de placas beta-amiloide, las cuales afectan la conectividad sináptica y dañan las neuronas, siendo características del Alzheimer. * Control del estrés. Los niveles de corticosterona (equivalente al cortisol en humanos) se normalizan con este tipo de actividad, reduciendo un importante factor de riesgo asociado a enfermedades neurodegenerativas. * Mejora de síntomas conductuales. El ejercicio de fuerza ayudó a reducir la hiperlocomoción, un síntoma temprano de agitación frecuente en pacientes con Alzheimer. * Beneficios físicos múltiples. Este entrenamiento contribuye al aumento de masa muscular, fuerza y densidad ósea; mejora la composición corporal, la capacidad funcional, el equilibrio y previene la sarcopenia. * Aplicabilidad clínica comprobada. Según el doctor Gustavo Sevlever, director de Docencia e Investigación de la Fundación FLENI, los beneficios observados en estudios experimentales coinciden con datos obtenidos en seres humanos, lo que reafirma el rol del ejercicio como factor preventivo. * Estímulo neurocognitivo. El doctor Guido Dorman, de INECO, destaca que el ejercicio de resistencia favorece la producción de BDNF, un factor neurotrófico fundamental para la memoria, la plasticidad cerebral y la neurogénesis.

Salud

2025-05-09 / 12:28:00

Encías Retraídas en Uruguay: Causas, Soluciones y su Impacto en la Salud General


Las encías retraídas pueden ser signo de enfermedades como la periodontitis, pero también consecuencia de un cepillado demasiado fuerte o del uso de alienadores dentales. Una de las preocupaciones más comunes que los pacientes traen al sillón del dentista es la de las encías retraídas. A menudo, lo primero que se piensa es: "Debo de tener una enfermedad de las encías". Aunque esto puede ser cierto, la retracción de las encías no siempre es un signo claro de enfermedad. De hecho, muchas personas no notan ningún problema hasta que empiezan a experimentar sensibilidad dental a los alimentos fríos, calientes o dulces - o notan que su sonrisa cambia, con superficies dentales más visibles o pequeños huecos que aparecen entre los dientes. Los dentistas suelen responder a esta preocupación con una solución rápida: aplicar empastes blancos de composite cerca de la línea de las encías. Si bien esto puede ayudar con la sensibilidad a corto plazo, puede empeorar el problema con el tiempo al contribuir a una mayor recesión de las encías. La enfermedad de las encías, también conocida como periodontitis, es una afección grave. Siempre deben investigarse síntomas como el sangrado al cepillarse, dientes a la deriva, mal aliento persistente o movilidad dental. Sin embargo, la recesión de las encías también puede tener otras causas. Sorprendentemente, uno de los principales responsables de la retracción de las encías es el exceso de cepillado. Usar demasiada fuerza o cepillarse con herramientas inadecuadas, como un cepillo de cerdas duras, puede desgastar gradualmente el tejido de las encías. Los cepillos eléctricos pueden ayudar reduciendo la presión, sobre todo los modelos más nuevos que se iluminan cuando se cepilla con demasiada fuerza. Pero, en realidad, muchas personas se fijan más en cuánto tiempo se cepillan que en cómo lo hacen. Incluso las aplicaciones inteligentes que se emparejan con estos cepillos suelen destacar el tiempo de cepillado en cada zona, en lugar de la presión aplicada. Por eso es tan importante enseñar una técnica de cepillado adecuada. El mejor método variará en función de la estructura de los dientes y las encías de cada paciente, pero siempre debe tener como objetivo eliminar la placa de forma eficaz ejerciendo una presión suave y constante. Si a alguien le va bien con un cepillo manual y tiene una técnica sólida, no hay razón para cambiar a uno eléctrico. Otra causa creciente de recesión de las encías es el enderezamiento dental cosmético con alineadores transparentes. Aunque los alineadores son eficaces para alinear los dientes rápidamente, a menudo se combinan con retenedores fijos, es decir, alambres pegados detrás de los dientes para mantenerlos en su sitio. Con el tiempo, esto puede hacer que las raíces se desplacen fuera del alojamiento óseo natural de la mandíbula, lo que provoca que el tejido gingival se retraiga de los dientes. La buena noticia es que existen soluciones. Cada caso es único, pero con los conocimientos y técnicas adecuados, los dentistas pueden ayudar a los pacientes a recuperar tanto la salud de las encías como su aspecto. Para los casos en los que el tejido gingival ha retrocedido significativamente, existen varias opciones quirúrgicas en función de las necesidades y objetivos del paciente. Para los problemas funcionales, se suele utilizar una técnica denominada injerto gingival libre. Consiste en trasplantar una fina capa de tejido -generalmente tomada del paladar- para crear una banda de encía rosada y resistente alrededor de la base de los dientes. Esto ayuda a los pacientes a cepillarse cómodamente sin irritar el tejido blando de la encía. Aunque este procedimiento puede reducir ligeramente la recesión, el objetivo principal es mejorar la durabilidad y la comodidad, no la estética. El injerto suele tener un color y una textura visiblemente diferentes. Para los problemas estéticos, existen técnicas de "cirugía plástica" más avanzadas. Un método muy popular consiste en levantar con cuidado el tejido gingival local, insertar debajo un injerto de tejido (también tomado normalmente del paladar) y coserlo en su sitio. Este método de "sándwich" engrosa las encías y les da un aspecto más sano. El injerto actúa como un andamio sobre el que vuelve a crecer el tejido gingival existente, mejorando tanto la forma como la función. Estos procedimientos son seguros, eficaces y mínimamente invasivos. Suelen realizarse con anestesia local en una clínica dental y sólo requieren unos días de recuperación con analgésicos de venta libre. Para los pacientes con ansiedad, también se puede utilizar la sedación consciente, una técnica en la que se utilizan medicamentos para relajar al paciente durante un procedimiento médico, lo que le permite permanecer despierto y alerta, pero sintiéndose menos nervioso y potencialmente menos consciente de lo que está sucediendo. Los estudios a largo plazo demuestran que estas técnicas son fiables, con una tasa de éxito de hasta el 93% y una recidiva mínima incluso cinco años después de la intervención. El paso más importante en el tratamiento de la recesión de las encías es una evaluación exhaustiva del paciente. Aunque las preocupaciones estéticas son importantes, la verdadera prioridad es asegurarse de que no se está pasando por alto la enfermedad de las encías. La periodontitis es una enfermedad silenciosa y progresiva que provoca inflamación crónica, pérdida ósea y, finalmente, pérdida de dientes. Y lo que es más importante, las investigaciones relacionan la enfermedad periodontal con enfermedades sistémicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares e incluso la demencia. Proteger nuestras encías no es sólo mantener una bonita sonrisa, sino salvaguardar nuestra salud en general.
Crédito fotográfico: Imagen obtenida de BBC.

Salud

2025-05-09 / 11:58:25

Montevideo Intensifica Campaña contra el Exceso de Sal por Día Mundial de la Hipertensión


El consumo excesivo de sodio, principalmente presente en la sal de mesa y en alimentos procesados, es un factor de riesgo importante para el desarrollo de hipertensión arterial. Este 17 de mayo, con motivo del Día Mundial de la Hipertensión Arterial, la Intendencia de Montevideo refuerza su campaña “Menos sal, más vida”, que promueve la reducción del consumo de sodio para prevenir enfermedades cardiovasculares y mejorar la calidad de vida. En este contexto, el Servicio de Regulación Alimentaria destaca las medidas vigentes y proporciona recomendaciones clave para reducir la ingesta de sal. El consumo excesivo de sodio, principalmente presente en la sal de mesa y en alimentos procesados, es un factor de riesgo importante para el desarrollo de hipertensión arterial, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como recomendación no superar los 2.000 mg de sodio por día, lo que equivale a una cucharadita de sal (5 gramos). Sin embargo, muchas personas sobrepasan esta cantidad sin ser conscientes, debido al alto contenido de sodio “oculto” en productos como fiambres, panes industriales, sopas instantáneas, snacks y comidas listas para consumir. Una de las claves para reducir el consumo de sodio está en la identificación del sodio oculto en los alimentos. Gran parte de lo que ingerimos no proviene de la sal que agregamos en casa con el salero, sino de los alimentos envasados que contienen sodio en cantidades excesivas. Por ello, el Servicio de Regulación Alimentaria recuerda a la población que es fundamental leer las etiquetas nutricionales de los productos y optar por aquellos que no lleven el octógono de advertencia “Exceso de sodio”. En el marco de la campaña, la normativa vigente en Montevideo establece una serie de medidas en los establecimientos gastronómicos para promover una alimentación más saludable. Entre estas medidas se encuentran: * Prohibición de saleros sobre las mesas en restaurantes y cafés. * Disponibilidad de sal baja en sodio para quienes la soliciten. * Oferta de menús sin sal añadida, donde al menos el 10% del menú debe cumplir con esta condición. Estas acciones buscan facilitar decisiones más saludables por parte de los consumidores, promoviendo la elección de platos con menor contenido de sal. El lema de la campaña, “Pedí opciones sin sal. Elegí mejor, viví mejor”, refuerza el compromiso de la Intendencia con la salud de la población. El Servicio de Regulación Alimentaria también comparte algunas recomendaciones clave para reducir el consumo de sal en la dieta diaria: * Leer las etiquetas y elegir productos con bajo contenido de sodio. * Cocinar más en casa, utilizando alternativas como hierbas, especias o jugo de limón en lugar de sal. * Limitar el uso de sal al cocinar y evitar llevar el salero a la mesa. * Elegir alimentos frescos y naturales siempre que sea posible. * Evitar el consumo frecuente de alimentos ultraprocesados. Reducir el consumo de sal es una medida sencilla, pero de gran impacto en la salud a largo plazo. La hipertensión arterial muchas veces no presenta síntomas, pero es uno de los principales factores de riesgo para infartos, accidentes cerebrovasculares y enfermedades renales.

Salud

2025-05-02 / 10:12:00

Cerumen: Científicos uruguayos investigan su potencial para detectar enfermedades como el alzhéimer y el cáncer


Desde el alzhéimer hasta el cáncer, el cerumen puede contener valiosos indicadores de la salud de una persona. Ahora los científicos analizan su composición química con la esperanza de encontrar nuevas formas de diagnosticar enfermedades. Es naranja, pegajoso y probablemente lo último de lo que quieras hablar en una conversación educada. Sin embargo, el cerumen atrae cada vez más la atención de los científicos, que quieren utilizarlo para aprender más sobre enfermedades y afecciones como el cáncer, las cardiopatías y trastornos metabólicos como la diabetes tipo 2. Se trata de una mezcla de secreciones de dos tipos de glándulas que recubren el conducto auditivo externo: las glándulas ceruminosas y las glándulas sebáceas. La sustancia viscosa resultante se mezcla con pelo, escamas de piel muerta y otros restos corporales hasta que adquiere la consistencia cerosa que todos conocemos y en la que nos esforzamos por no pensar. Una vez formada en el conducto auditivo, la sustancia es transportada por una especie de mecanismo de cinta transportadora, en la que el cerumen se aferra a las células de la piel mientras viajan desde el interior del oído hacia el exterior, lo que hacen a una velocidad aproximada de un vigésimo de milímetro cada día. La función principal del cerumen es algo que está en disputa, pero lo más probable es que su objetivo sea mantener el conducto auditivo limpio y lubricado. Sin embargo, también sirve como una eficaz trampa, impidiendo que bacterias, hongos y otros invitados no deseados, como los insectos, encuentren el camino hacia nuestra cabeza. Hasta aquí todo suena bastante asqueroso. Por eso es muy posible que, debido a su desagradable aspecto, los investigadores hayan pasado por alto el cerumen en lo que respecta a las secreciones corporales. Pero esto está empezando a cambiar gracias a una serie de sorprendentes descubrimientos científicos. El primero es que el cerumen de una persona puede proporcionar una sorprendente cantidad de información sobre ella, tanto trivial como importante. Por ejemplo, la gran mayoría de las personas de ascendencia europea o africana tienen cerumen húmedo, de color amarillo o naranja y pegajoso. Sin embargo, el 95% de las personas de Asia Oriental tienen cerumen seco, gris y no pegajoso. El gen responsable de la producción de cerumen húmedo o seco se llama ABCC11, que también es responsable del olor de las axilas. Alrededor del 2% de las personas -la mayoría de las que se encuentran en la categoría de cerumen seco- tienen una versión de este gen que hace que sus axilas no huelan. Sin embargo, quizá los descubrimientos más útiles relacionados con el cerumen se refieran a lo que la sustancia pegajosa de nuestros oídos puede revelar sobre nuestra salud. En 1971, Nicholas L Petrakis, profesor de medicina de la Universidad de California en San Francisco, descubrió que las mujeres caucásicas, afroamericanas y alemanas de Estados Unidos, todas ellas con "cerumen húmedo", tenían aproximadamente cuatro veces más probabilidades de morir de cáncer de mama que las japonesas y taiwanesas con cerumen "seco". Más recientemente, en 2010, investigadores del Instituto Tecnológico de Tokio, en Japón, tomaron muestras de sangre de 270 pacientes con cáncer de mama invasivo y de 273 voluntarias que actuaron como control. Descubrieron que las mujeres japonesas con cáncer de mama tenían hasta un 77% más de probabilidades de tener el gen que codifica el cerumen húmedo que las voluntarias sanas. No obstante, el hallazgo sigue siendo controvertido, y estudios a gran escala realizados en Alemania, Australia e Italia no han encontrado diferencias en el riesgo de cáncer de mama entre personas con cerumen húmedo y seco, aunque el número de personas en estos países con cerumen seco es muy pequeño. Lo que sí está más establecido es el vínculo entre algunas enfermedades sistémicas y las sustancias presentes en el cerumen. Pensemos por ejemplo en la enfermedad de orina con olor a jarabe de arce, un raro trastorno genético que impide al organismo descomponer ciertos aminoácidos presentes en los alimentos. Esto provoca una acumulación de compuestos volátiles en la sangre y la orina, que dan a la orina el característico olor a jarabe de arce. La molécula responsable de este olor dulzón es la sotolona, que se encuentra en el cerumen de las personas afectadas. Esto significa que la enfermedad podría diagnosticarse con un simple frotis de los oídos, un proceso mucho más sencillo y barato que una prueba genética. Aunque puede que ni siquiera sea necesario. "La cera de los oídos huele literalmente a jarabe de arce, por lo que a las 12 horas del nacimiento del bebé, cuando percibes este olor tan característico y encantador, te dice que tiene este error innato del metabolismo", afirma Rabi Ann Musah, química medioambiental de la Universidad Estatal de Luisiana, en EE.UU. La covid-19 también puede detectarse a veces en el cerumen, y el cerumen de una persona también puede indicar si tiene diabetes de tipo 1 o de tipo 2. Los primeros trabajos sugieren que el cerumen permite saber si una persona padece una determinada forma de cardiopatía, aunque sigue siendo más fácil diagnosticarla a partir de análisis de sangre. También existe la enfermedad de Ménière, una afección del oído interno que provoca vértigo y pérdida de audición. "Los síntomas pueden ser muy debilitantes", dice Musah. "Incluyen náuseas y vértigo intensos. Se hace imposible conducir y al final se sufre una pérdida de audición completa en el oído afectado". Musah dirigió recientemente un equipo que descubrió que el cerumen de los pacientes con enfermedad de Ménière presenta niveles más bajos de tres ácidos grasos que el de los controles sanos. Es la primera vez que se encuentra un biomarcador de esta enfermedad, que suele diagnosticarse excluyendo todo lo demás, un proceso que puede llevar años. El hallazgo suscita la esperanza de que los médicos puedan utilizar el cerumen para diagnosticar más rápidamente esta enfermedad en el futuro. "Nuestro interés por el cerumen como indicador de enfermedades se centra en aquellas que son muy difíciles de diagnosticar con fluidos biológicos típicos como la sangre, la orina o el líquido cefalorraquídeo, y que tardan mucho tiempo en diagnosticarse porque son raras", explica Musah. Pero, ¿qué tiene el cerumen que lo convierte en un tesoro de información sobre la salud? Resulta que la clave está en la capacidad de estas secreciones cerosas para reflejar las reacciones químicas internas que tienen lugar en el organismo: el metabolismo de una persona. "Muchas enfermedades de los organismos vivos son metabólicas", afirma Nelson Roberto Antoniosi Filho, profesor de Química de la Universidad Federal de Goiás, en Brasil, que cita como ejemplos la diabetes, el cáncer, el párkinson y el alzhéimer. "En estos casos, las mitocondrias -los orgánulos celulares responsables de convertir lípidos, carbohidratos y proteínas en energía- empiezan a funcionar de forma diferente a la de las células sanas. Empiezan a producir sustancias químicas diferentes e incluso pueden dejar de producir otras". El laboratorio de Antoniosi Filho descubrió que el cerumen concentra esta gran diversidad de sustancias más que otros fluidos biológicos como la sangre, la orina, el sudor y las lágrimas. "Tiene mucho sentido porque no hay mucha rotación en el cerumen", afirma Bruce Kimball, ecólogo químico del Monell Chemical Senses Centre, un instituto de investigación con sede en Filadelfia. "Se acumula, por lo que hay razones para pensar que puede ser un buen lugar para captar instantáneas a largo plazo de los cambios en el metabolismo". Con esto en mente, Antoniosi Filho y su equipo están desarrollando el *"cerumenograma"*, una herramienta de diagnóstico que afirman puede predecir con precisión si una persona tiene ciertas formas de cáncer basándose en su cerumen. En un estudio de 2019, el equipo de Antoniosi Filho recogió muestras de cerumen de 52 pacientes con cáncer a los que se había diagnosticado linfoma, carcinoma o leucemia. Los investigadores también tomaron cerumen de 50 sujetos sanos. A continuación, analizaron las muestras con un método capaz de detectar con precisión la presencia de compuestos orgánicos volátiles (COV), sustancias químicas que se evaporan fácilmente en el aire. Los investigadores identificaron 27 compuestos en el cerumen que servían como una especie de "huella dactilar" para el diagnóstico de cáncer. En otras palabras, el equipo podía predecir con una precisión del 100% si alguien tenía cáncer (linfoma, carcinoma o leucemia) basándose en las concentraciones de estas 27 moléculas. Curiosamente, la prueba no podía distinguir entre los distintos tipos de cáncer, lo que sugiere que las moléculas son producidas por, o como respuesta a, las células cancerosas de todos estos tipos de cáncer. "Aunque el cáncer consiste en cientos de enfermedades, desde un punto de vista metabólico, el cáncer es un único proceso bioquímico, que puede detectarse en cualquier etapa mediante la evaluación de COV específicos", dice Antoniosi Filho. Aunque en 2019 el equipo identificó 27 COV, actualmente se está centrando en un pequeño número de ellos que son producidos exclusivamente por las células cancerosas como parte de su metabolismo único. En un trabajo aún no publicado, Antoniosi Filho dice que también han demostrado que el cerumenograma es capaz de detectar las alteraciones metabólicas que ocurren en etapas precancerosas, en las que las células muestran cambios anormales que potencialmente podrían conducir al cáncer, pero aún no son cancerosas. "Teniendo en cuenta que la medicina indica que la mayoría de los cánceres diagnosticados en el estadio 1 tienen una tasa de curación de hasta el 90%, es concebible que el éxito en el tratamiento sea mucho mayor con el diagnóstico de los estadios precancerosos", afirma Antoniosi Filho. El grupo de investigación también está estudiando si los cambios metabólicos causados por la aparición de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer también podrían ser captados por un dispositivo de este tipo, aunque este trabajo se encuentra en sus primeras fases. "En el futuro, esperamos que el cerumenograma se convierta en un examen clínico rutinario, preferiblemente cada seis meses, que permita, con una pequeña porción de cerumen, diagnosticar simultáneamente enfermedades como la diabetes, el cáncer, el párkinson y el alzhéimer, así como evaluar los cambios metabólicos derivados de otras condiciones de salud", afirma Antoniosi Filho. En Brasil, el Hospital Amaral Carvalho adoptó recientemente el cerumenograma como técnica de diagnóstico y seguimiento para el tratamiento del cáncer, dice el investigador. Musah también confía en que su investigación ayude algún día a los que sufren la enfermedad de Ménière, una dolencia que actualmente no tiene cura. Primero espera validar su prueba en una muestra más amplia de pacientes en la clínica, antes de producir una prueba diagnóstica que puedan utilizar los médicos en sus consultas. "Actualmente estamos trabajando en el desarrollo de un kit de pruebas muy similar a los kits de venta libre que se pueden comprar para las pruebas de covid-19", explica. La mera observación de que tres ácidos grasos son muy bajos en comparación con el cerumen normal también puede proporcionar algunas pistas que pueden investigarse más a fondo, explica Musah. "Podría ayudarnos a entender las causas de la enfermedad o incluso sugerir formas de tratarla", comenta. Musah estima que aún queda mucho por hacer para comprender el perfil químico del cerumen normal y sano, y cómo cambia en los distintos estados de la enfermedad. Pero espera que algún día pueda analizarse de forma rutinaria para diagnosticar enfermedades, del mismo modo que la sangre. "La cera de los oídos es una matriz maravillosa porque es muy rica en lípidos, y hay muchas enfermedades que son consecuencia de la desregulación del metabolismo lipídico", dice Musah. Perdita Barran, química y profesora de espectrometría de masas en la Universidad de Manchester, en Reino Unido, no estudia específicamente el cerumen, pero analiza moléculas biológicas e investiga si podrían utilizarse para diagnosticar enfermedades. Está de acuerdo en que, al menos teóricamente, tiene sentido que esta sustancia sea un buen lugar para buscar signos de enfermedad. "Los compuestos que se encuentran en la sangre suelen ser hidrosolubles, mientras que el cerumen es una sustancia muy rica en lípidos, y a los lípidos no les gusta el agua", explica Barran. "Por eso, si sólo se estudia la sangre, sólo se obtiene la mitad de la información. Los lípidos son las moléculas (...) que realmente empiezan a cambiar primero". Crédito fotográfico: BBC

Salud

2025-04-30 / 12:38:00

Cirugía plástica en China: Influencers, apps y una industria desregulada alimentan un mercado en auge Belleza a cualquier precio: El controv


Abby Wu tenía solo 14 años cuando se sometió por primera vez a una cirugía estética. Después de recibir un tratamiento hormonal por una enfermedad, Abby pasó de pesar 42 kg a 62 kg en dos meses. El cambio no pasó desapercibido para su profesora de teatro. "Mi profesora me dijo: 'Eras nuestra estrella, pero ahora estás demasiado gorda. O te rindes o adelgazas rápido'", recuerda Abby, que por entonces se preparaba para los exámenes de arte dramático. Su madre intervino y la llevó a hacerse una liposucción para eliminar la grasa del vientre y las piernas. Abby recuerda las palabras de su madre mientras esperaba en la clínica con una bata de hospital, nerviosa por la inminente operación. "Sé valiente y entra. Te pondrás guapa cuando salgas". La cirugía fue traumática. Abby sólo recibió anestesia parcial y permaneció consciente durante toda la operación. "Podía ver cuánta grasa extraían de mi cuerpo y cuánta sangre perdía", cuenta. A sus 35 años, Abby ya se ha sometido a más de 100 intervenciones que le han costado medio millón de dólares. Es copropietaria de una clínica de belleza en el centro de Pekín y se ha convertido en uno de los rostros más conocidos del auge de la cirugía plástica en China. Pero las operaciones han tenido un costo físico. Sentada frente al espejo de su lujoso dúplex de Pekín, se aplica suavemente corrector sobre los moretones de una reciente inyección para adelgazar la cara, un procedimiento al que se somete mensualmente para que su rostro parezca "más firme y menos regordete", después de que tres cirugías de reducción de mandíbula le quitaran demasiado hueso. Pero Abby insiste en que no se arrepiente de las operaciones y cree que su madre tomó la decisión acertada en el pasado. "La operación funcionó. Cada día tengo más confianza en mí misma y soy más feliz", comenta. La cirugía plástica, antes considerada tabú, se ha popularizado enormemente en China en los últimos 20 años, impulsada por el aumento de la renta disponible y los cambios en las actitudes sociales, en gran parte impulsados por las redes sociales. Cada año, 20 millones de chinos se someten a procedimientos estéticos. El 80% de los pacientes son mujeres y la edad media de las personas que se operan es de 25 años. Aunque la apariencia siempre ha sido importante en la cultura china, sobre todo para las mujeres, los cánones de belleza están cambiando. Durante años, los rasgos más buscados eran una mezcla de ideales occidentales, fantasía anime e inspiración K-Pop: El párpado doble, la mandíbula esculpida, la nariz prominente y el rostro simétrico. Pero últimamente están aumentando los procedimientos más inquietantes, que persiguen un ideal irreal, hiperfemenino, casi infantil. Ahora se inyecta botox detrás de las orejas para inclinarlas hacia delante, creando la ilusión de un rostro más pequeño y delicado. La cirugía del párpado inferior, inspirada en la mirada vidriosa de las heroínas del anime, ensancha los ojos para darles un aspecto inocente e infantil. El acortamiento del labio superior estrecha el espacio entre el labio y la nariz, como señal de juventud. Pero gran parte de esta belleza está hecha para la pantalla. Con filtros y anillos de luz, los resultados pueden parecer impecables. En la vida real, el efecto suele ser extraño: un rostro que no es ni humano ni infantil. Aplicaciones de cirugía estética como SoYoung (New Oxygen) y GengMei (More Beautiful o Más Hermosa en español), que afirman ofrecer un análisis algorítmico de las "imperfecciones faciales", son cada vez más populares. Tras escanear y evaluar los rostros de los usuarios, ofrecen recomendaciones quirúrgicas de clínicas cercanas, llevándose una comisión por cada operación. Estas y otras tendencias de belleza son compartidas y promovidas por famosos e influencers en las redes sociales, cambiando rápidamente lo que se considera deseable y normal. Abby, una de las primeras influencers de cirugía estética en China, ha documentado sus intervenciones en las principales redes sociales y se unió a SoYoung poco después de su lanzamiento. Sin embargo, a pesar de haberse sometido a más de 100 intervenciones, cuando se escanea la cara con el "espejo mágico" de SoYoung, la aplicación le sigue señalando "imperfecciones" y le sugiere una larga lista de cirugías recomendadas. "Me dice que tengo bolsas en los ojos. ¿Me aumento la barbilla? Eso ya lo he hecho". Abby parece divertida. "¿Reducción de nariz? ¿Debería operarme otra vez la nariz?". A diferencia de los típicos sitios de comercio electrónico, las aplicaciones de belleza como SoYoung también ofrecen una función de redes sociales. Los usuarios comparten diarios detallados del antes y el después y a menudo piden consejo a superusuarios como Abby. Para satisfacer la creciente demanda, se están abriendo clínicas a gran velocidad en toda China. Pero hay escasez de profesionales cualificados y un gran número de clínicas operan sin licencia. Según un informe de iResearch, una empresa de estudios de marketing, en 2019, 80.000 locales de China realizaban procedimientos estéticos sin licencia y 100.000 profesionales de la estética trabajaban sin la cualificación adecuada. Como resultado, se estima que cada día se producen cientos de accidentes dentro de las clínicas chinas de cirugía estética. La doctora Yang Lu, cirujana plástica y propietaria de una clínica de cirugía estética autorizada en Shanghái, afirma que en los últimos años ha crecido el número de personas que acuden a operarse para reparar procedimientos que han salido mal. "He visto a muchos pacientes cuya primera operación fue una chapuza porque acudieron a lugares sin licencia", afirma Yang. Yue Yue, de 28 años, es una de las víctimas de una operación que salió mal. En 2020 recibió inyecciones de colágeno -diseñadas para que la cara pareciera más rellena- de una clínica sin licencia abierta por un amigo cercano. Pero los rellenos se endurecieron. "Sentía la piel como si tuviera cemento debajo", dice. Desesperada por reparar el daño, Yue Yue acudió a clínicas conocidas que encontró en las redes sociales, pero las reparaciones no hicieron más que empeorar las cosas. "Algunos incluso se operaron dentro de las casas de la gente". Una clínica intentó extraer el relleno con jeringuillas. En lugar de extraer el material endurecido, extrajeron su propio tejido, dejando la piel suelta. Otra clínica intentó levantar la piel cerca de sus orejas para llegar al relleno que había debajo, dejándole dos largas cicatrices y una cara que parecía antinaturalmente tensa. Cada año, decenas de miles de personas como Yue Yue son víctimas de clínicas de estética sin licencia en China. Pero incluso algunas clínicas autorizadas y cirujanos cualificados no siguen estrictamente las normas. En 2020, la fallida operación de nariz de la actriz Gao Liu -en la que la punta de su nariz se ennegreció y el tejido quedó muerto- se hizo viral. "Mi cara quedó desfigurada y yo estaba muy deprimida. Arruinó mi carrera como actriz". Había sido operada de la nariz en una clínica autorizada de Guangzhou llamada She's Times por el Dr. He Ming, que se describía como su "cirujano jefe" y experto en cirugía de la nariz. Pero en realidad el Dr. He no estaba plenamente cualificado para realizar la operación sin supervisión y no había obtenido su licencia de cirujano plástico de la Comisión Provincial de Salud de Guangdong. Las autoridades multaron a la clínica, que cerró poco después del escándalo, y prohibieron al Dr. He ejercer durante seis meses. Sin embargo, semanas antes de que She's Times se disolviera oficialmente, una nueva clínica, Qingya, solicitó registrarse en la misma dirección. El equipo de investigación de BBC Eye halló fuertes vínculos entre She's Times y Qingya, como la misma cuenta de Weibo y la retención de varios miembros del personal, incluido el doctor He. La BBC también descubrió que el doctor He no obtuvo el título de cirujano plástico licenciado hasta abril de 2024, a pesar de que técnicamente tenía prohibido solicitar el estatus durante cinco años desde la fecha en que fue sancionado en 2021. Qingya afirma ahora haber abierto 30 sucursales. El Dr. He, Qingya y la Comisión Provincial de Salud de Guangdong no respondieron a las peticiones de comentarios de la BBC. La embajada china en Reino Unido declaró: "El gobierno chino exige sistemáticamente a las empresas que operen en estricto cumplimiento de las leyes y reglamentos nacionales y las disposiciones políticas pertinentes". Cuatro años y dos operaciones de reparación después, la nariz de Gao Liu sigue deformada. "Me arrepiento mucho. ¿Por qué lo hice?". En los últimos años, la Comisión Central de Sanidad de China ha intentado tomar medidas enérgicas contra el problema de los profesionales sanitarios poco cualificados que realizan tareas que van más allá de sus conocimientos -incluso ordenando a los organismos sanitarios locales que mejoren la regulación y publicando directrices más estrictas-, pero los problemas persisten. En la China de hoy, tener buen aspecto es importante para el éxito profesional. Una búsqueda rápida en las plataformas de empleo más populares revela muchos ejemplos de empleadores que enumeran requisitos físicos para los puestos, incluso cuando tienen poco que ver con el trabajo real. En un puesto de recepcionista se pide a los candidatos que midan "al menos 1,60 m y sean estéticamente agradables", mientras que en un puesto administrativo se exige "un aspecto atractivo y una presencia elegante". Y ahora esa presión está siendo explotada por una creciente estafa en algunas clínicas chinas en las que se ofrece trabajo a jóvenes vulnerables, pero sólo si pagan las costosas cirugías realizadas por sus supuestos empleadores. Da Lan (no es su nombre real) solicitó en marzo de 2024 un puesto de "asesora de belleza" en una clínica de Chengdu, en el suroeste de China, a través de un popular sitio web de contratación. Tras la entrevista, le ofrecieron el puesto esa misma tarde. Sin embargo, cuando empezó a trabajar a la mañana siguiente, su jefe la llevó a una pequeña habitación, la examinó de arriba abajo y le dio un ultimátum: o se hacía un trabajo de cosmética o se quedaba sin trabajo. Da Lan cuenta que le dieron menos de una hora para decidir. Presionada, aceptó someterse a una operación de párpados dobles, cuyo precio superaba los US$1800 (más de tres veces el salario mensual del puesto). Dice que el personal tomó su teléfono y lo utilizó para solicitar un supuesto "préstamo de belleza", falsificando los datos de sus ingresos. En menos de un minuto, el préstamo estaba aprobado. Al mediodía, le estaban haciendo pruebas médicas. Una hora más tarde, estaba en la mesa de operaciones. De la oferta de trabajo a la deuda y la operación, todo en 24 horas. La operación no mejoró sus perspectivas laborales. Da Lan dice que su jefe la menospreciaba, le gritaba en público y la insultaba. Lo dejó a las pocas semanas. Mirando atrás, cree que el trabajo nunca fue real. "Querían que me fuera desde el principio", dice. A pesar de haber trabajado allí más de 10 días, sólo le pagaron US$42. Con la ayuda de sus amigos, Da Lan saldó la deuda de su operación al cabo de seis meses. BBC Eye habló con decenas de víctimas y se reunió con tres de ellas, incluida Da Lan, en Chengdu, una ciudad que se ha propuesto convertirse en la "capital de la cirugía estética" de China. Algunas llevan años atrapadas en deudas mucho mayores. La clínica que Da Lan dice que la estafó ya había sido denunciada por otras graduadas y expuesta por los medios de comunicación locales, pero sigue abierta y sigue contratando personal para el mismo puesto. Esta estafa no se limita a los empleos en clínicas, sino que se está extendiendo a otros sectores. Algunas empresas de retransmisiones en directo presionan a las jóvenes para que pidan préstamos para operarse, prometiéndoles una oportunidad de alcanzar la fama de influencers. Pero entre bastidores, estas empresas suelen tener acuerdos secretos con clínicas y se llevan una parte de cada candidato que envían a la mesa de operaciones. En un café de estilo bohemio de Pekín, el escenario perfecto para una selfie, Abby se reúne con sus amigas para tomar un café. El trío ajusta sus poses y edita sus rostros con gran detalle: extienden las pestañas y remodelan sus pómulos. Cuando se les pregunta qué es lo que más les gusta de sus rasgos faciales, dudan y se esfuerzan por nombrar una sola parte que no considerarían modificar. La conversación gira en torno a los implantes de mentón, el acortamiento del labio superior y la cirugía de nariz. Abby dice que está pensando en operarse la nariz otra vez -la actual tiene seis años-, pero los cirujanos tienen dificultades para operar. "Mi piel no es tan elástica después de tantas intervenciones. Los médicos no tienen mucho con lo que trabajar. No puedes darles tela suficiente para un chaleco y esperar un vestido de novia", comenta. La metáfora persiste en el aire, subrayando el peaje cobrado por todas las operaciones. Pero a pesar de todo, Abby no tiene planes de parar. "Creo que nunca detendré mi camino para ser más bella".
Crédito fotográfico: BBC

Salud

2025-04-29 / 12:02:46

Contracturas: ¿Realidad Muscular o Ficción Cerebral? La Ciencia Desafía el Diagnóstico Tradicional


El dolor y la rigidez que se perciben como contractura a menudo no se corresponden con una anomalía en el músculo. Existe suficiente evidencia científica para replantearse el diagnóstico y el tratamiento de estos casos. Desde hace décadas, uno de los diagnósticos más habituales en consultas de fisioterapia, medicina del deporte y atención primaria es el de las contracturas musculares. ¿Quién no ha sentido alguna vez esa incómoda sensación de “nudo” o “músculo agarrotado” en la espalda o en el cuello? Tradicionalmente, estas molestias se han atribuido a sobreesfuerzos, malas posturas, estrés o debilidad muscular. Pero, desde hace algún tiempo, ya encontramos investigaciones que apuntan a que quizá no todo sea tan simple. ¿Qué ocurre cuando miramos este fenómeno con la lupa científica? Hasta ahora, la visión clásica ha explicado la contractura como una contracción muscular involuntaria y mantenida que reduce el flujo sanguíneo y genera dolor. Sin embargo, esta visión no ha sido confirmada por la investigación actual. Al contrario, cada vez hay más evidencia que muestra que lo que interpretamos como una contractura puede ser, en realidad, un fenómeno más complejo que involucra al sistema nervioso, la percepción del dolor y el contexto emocional del paciente. Arturo Goicoechea, neurólogo español y divulgador en neurociencia del dolor, es uno de los referentes que cuestiona frontalmente el modelo tradicional. Estas son sus palabras: _“Las contracturas no existen como entidades estructurales o mecánicas en el sentido tradicional, sino que son expresiones de programas de protección del sistema nervioso central que pueden ser modificados mediante la comprensión y el abordaje adecuado del dolor”_. Tal aseveración se apoya en los avances de la neurociencia, que han demostrado que el sistema nervioso central puede generar sensaciones de dolor y rigidez como respuesta de protección, sin que haya daño real en el tejido. No es la única voz discordante que se alza al respecto. Otro experto, Lorimer Moseley, destacado investigador australiano en dolor crónico, coincide con Goicoechea: _“Muchos dolores que atribuimos a contracturas se deben, en realidad, a la sensibilización del sistema nervioso. El cerebro interpreta una amenaza y genera sensación de rigidez, aunque el músculo esté perfectamente sano”_. Por tanto, se podría justificar que esos síntomas de dolor y rigidez presentes, y que el paciente los percibe como tales, no son decisiones del propio músculo, sino del sistema nervioso que los gobierna. De hecho, la sensación de agarrotamiento que notan muchas veces las personas con dolor lumbar, en comparación con personas sin esa molestia, no se correspondería con una mayor rigidez mecánica del tejido, sino que sería una percepción subjetiva relacionada con mecanismos de protección del sistema nervioso ante una amenaza percibida, aunque no necesariamente real. Esta disociación entre percepción y realidad apunta directamente a un procesamiento central del dolor, donde el cerebro interpreta, magnifica o distorsiona señales somáticas en función de factores emocionales, cognitivos y contextuales. Esta idea tiene consecuencias importantes. Si lo que sentimos como contractura es una percepción del cerebro, los tratamientos que se centran exclusivamente en “calentar y masajear nudos” podrían no ser suficientes. El abordaje terapéutico a través de la fisioterapia nace de la interpretación tradicional que considera las contracturas como una simple contracción muscular mantenida. Sin embargo, esa idea ha sido cuestionada progresivamente en los últimos años desde la neurociencia y la fisiología. Algunas de esas críticas que ponen en tela de juicio el paradigma tradicional se han concretado en estudios de imagen y análisis funcional del tejido muscular. Estos revelan que, en muchos casos, no se observan alteraciones estructurales o mecánicas que justifiquen el dolor y la rigidez que refieren los pacientes. Tales hallazgos han sido posibles gracias a la elastografía por ondas de corte ultrasónicas, una técnica avanzada que permite evaluar la elasticidad del tejido muscular en tiempo real. Así, algunos estudios han detectado variaciones mínimas en la viscoelasticidad de zonas “contracturadas”, pero sin una correlación clara entre estos datos y la intensidad del dolor reportado por los pacientes. Otro trabajo en el que también se utilizaron estas técnicas avanzadas no encontró diferencias significativas entre músculos doloridos y músculos sanos, lo que refuerza la idea de que no siempre hay una alteración física observable. Además, si existiera una contracción muscular sostenida, debería observarse una mayor actividad eléctrica en los músculos afectados, lo cual podría medirse mediante electromiografía (EMG). Sin embargo, algunas revisiones sistemáticas muestran que esta hipótesis no se sostiene con consistencia, ya que no siempre hay evidencia de actividad anormal en puntos dolorosos musculares. Por el contrario, se detectan patrones neuromusculares similares entre sujetos con y sin síntomas, lo que sugiere la existencia de un componente perceptivo más que fisiológico. Otro punto relacionado con las contracturas es el que se conoce como “punto gatillo” o trigger point. Su análisis también resulta tremendamente revelador, ya que a pesar de que ha sido ampliamente aceptado en el ámbito clínico, su existencia como entidad anatómica específica ha sido puesta en duda. Así, los autores de una revisión publicada en _Rheumatology_ en 2015 afirman que no hay pruebas concluyentes de los “puntos gatillo” sean estructuras patológicas identificables, proponiendo en cambio un modelo basado en la sensibilización del sistema nervioso. Estas evidencias no invalidan completamente la idea de que pueda haber alteraciones musculares reales en ciertos cuadros clínicos –como en casos de fibrosis o contracturas patológicas tras lesiones neurológicas graves–, pero sí exigen una revisión crítica de cómo se diagnostica y trata el dolor muscular en la mayoría de pacientes. En definitiva, la ciencia actual nos obliga a abandonar explicaciones simplistas: el dolor y la rigidez que se perciben como contractura no siempre se corresponden con una anomalía visible en el músculo. Es un fenómeno complejo, en el que el sistema nervioso, la memoria del dolor y el entorno emocional del paciente juegan un papel fundamental. Todo parece indicar que lo más conveniente sería hacer una revisión sobre cómo se diagnostican las contracturas. Ahora bien, ¿deberíamos hacer lo mismo en cuanto al tratamiento del dolor? ¿El abordaje terapéutico también debería cambiar? O por el contrario, ¿debemos seguir con los tratamientos aunque necesariamente no validen el diagnóstico? Actualmente se aboga por centrarse en el sistema nervioso, al margen de masajes, calor o estiramientos. Es decir, reducir la hipervigilancia, fomentar el movimiento activo sin miedo y ofrecer educación sobre el dolor. Comprenderlo es, en muchos casos, el primer paso para aliviarlo. Una de las razones principales que han impulsado esta nueva línea de tratamiento parte del propio lenguaje que empleamos. Y es que la forma en que nombramos y explicamos el dolor influye en cómo lo vive el paciente. Hablar de “contractura” puede reforzar la idea de que el músculo está dañado o “atrapado”, promoviendo el miedo al movimiento y fomentando la pasividad, ya que el paciente espera que alguien “deshaga su nudo”. Todo esto puede abocar en la cronificación del dolor. Por eso, muchos expertos proponen sustituir este término por otros más ajustados como “dolor muscular”, “sensación de rigidez” o “respuesta adaptativa del cuerpo”. A pesar de que las contracturas musculares, tal y como las entendíamos, puede que no existan en términos mecánicos, el dolor que sienten los pacientes sí es real. Y eso exige respuestas eficaces, empáticas y basadas en la evidencia. La neurociencia nos invita a mirar más allá del músculo, a cuestionar certezas arraigadas y a evolucionar hacia una atención más informada y humana. Porque si el dolor es una señal de alarma, tal vez el mejor tratamiento no sea desactivar el músculo, sino calmar al centinela que lo vigila.

Salud

2025-04-29 / 08:38:00

De la parálisis total al sueño de ser manicurista: la increíble recuperación de Megan Dixon


Megan Dixon nunca imaginó que una visita al hospital fuera a terminar en un diagnóstico que le cambiaría la vida. Megan Dixon tenía 13 años cuando empezó a sentirse mal. Al cumplir los 16, después de perder el habla y presentar un cuadro de salud deteriorado, fue hospitalizada. Los médicos sospechaban que podía haber sufrido un derrame cerebral. Pretendían que estuviese en el hospital solo cuatro días con la idea de hacerle unas pruebas, pero no salió hasta dos años después. Y lo hizo completamente paralizada. Perdió la capacidad de caminar, hablar o abrir los ojos. Los profesionales de la salud que la trataron le dijeron que no volvería a moverse. A Megan le diagnosticaron un trastorno neurológico funcional (TNF), lo que significa que tiene un problema con la forma en que su cerebro recibe y envía información al resto del cuerpo. Después de un largo periodo en una institución de cuidados neurológicos en Peterborough, Reino Unido, se está preparando para mudarse a su propia casa con la esperanza de convertirse en manicurista. Megan dijo que a los 18 años, cuando se mudó al Centro de Atención Neurológica Eagle Wood, en Peterborough, "era apenas como una bebé". Nunca había estado sola y tuvo que mudarse lejos de la casa de su familia para recibir la atención que necesitaba. "No fue fácil. Creo que fue mucho más difícil para mis padres tener que dejarme allí sola, pero yo no podía hacer nada por mí misma. Estaba paralizada del cuello para abajo", declaró a la BBC. "No podía ver, no podía hablar. Odio la palabra, pero estuve muy vulnerable en ese momento", agregó. "Empecé a sentirme mal a los 13 años. Empezó muy despacio, muy gradualmente, y luego, en 2021, la situación empeoró rápidamente. Me ingresaron en el hospital porque les preocupaba que hubiera sufrido un derrame cerebral o algo así, porque perdí la capacidad de hablar. Me llevaron a hacerme pruebas durante cuatro días y salí del hospital dos años después." Su enfermedad finalmente fue diagnosticada como TNF. "Impide que las señales del cerebro al cuerpo funcionen correctamente y causa todo tipo de síntomas neurológicos", dijo. "No podía hacer nada por mí misma; perdí la capacidad de hablar. No podía ver, así que no podía abrir los ojos. Mi cerebro no podía registrar la diferencia entre tener los ojos cerrados y abiertos". También perdió la capacidad de tragar y se alimentaba mediante una sonda nasogástrica, que fue reemplazada por una que llegaba directamente al estómago. En su peor momento, sufría 50 convulsiones al día, pero ahora se han reducido a entre 10 y 15. Después de 18 meses de terapia intensiva, su vida es completamente diferente. "Ahora puedo moverlo todo", dice. "Obviamente, puedo hablar, puedo ver. No puedo caminar y nunca volveré a hacerlo, pero es porque tengo contracturas en las rodillas. Necesito cirugía para flexionarlas porque tengo las piernas estiradas. Es muy doloroso, pero estoy esperando la cirugía, y eso significa que nunca podré volver a caminar." "Sinceramente, nunca me imaginé que iba a ser algo que iba a tener que planear cuando mis padres me llevaron a la residencia. Ellos pensaron que eso era todo, que iba a ser mi hogar para el resto de mi vida." "Estaba llegando al punto de casi morir en el hospital; mi cuerpo simplemente se apagó por completo. Los médicos tuvieron que decirles a mis padres que se prepararan para lo peor; no creían que llegaría a los 18 años y aquí estoy con 20". Su sueño es ser manicurista y está ahorrando para completar un curso en línea. "Tengo muchísimas ganas de mudarme y vivir con mi novio", dijo. "Estoy muy emocionada". La organización FND Action, dedicada al Trastorno Neurológico Funcional, dice que esta condición de la red cerebral presenta síntomas neurológicos como debilidad en las extremidades, parálisis, convulsiones, dificultad para caminar, espasmos, tics, problemas sensoriales y más. "Para muchos, los síntomas son graves e incapacitantes, y cambian la vida para todos", señalaron. Agregaron que, si bien el cableado básico del sistema nervioso está intacto, las personas con este trastorno tienen un problema con el funcionamiento del cerebro o sistema nervioso, y el cerebro no envía ni recibe señales correctamente. "Históricamente, el TNF se ha considerado a menudo como resultado puramente de un trauma psicológico y emocional, lo que con frecuencia ha generado estigma y rechazo por parte de los profesionales médicos", explicaron. "Esta perspectiva ahora se considera obsoleta, y el trauma psicológico se considera un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad, en lugar de la causa". Megan dijo que a veces se sentía aislada, frustrada y agotada debido a lo impredecible que había sido la vida con TNF. Ahora comparte sus experiencias en TikTok. "Cada pequeña victoria, ya sea mover un dedo, decir una palabra o simplemente sobrevivir un día más, merece ser celebrada", dijo.

Salud

2025-04-26 / 10:22:00

Alergias extremas: el cambio climático agrava la fiebre del heno en Uruguay y el mundo


El calentamiento global no solo está sometiendo a los que sufren de alergias estacionales a más polen desde antes y durante más tiempo, sino creando eventos alarmantes de alergias extremas, según expertos. La gente podía ver la tormenta, pero no lo que sucedía dentro de esta. Billones de partículas de polen que habían sido absorbidas por las nubes a medida que se formaba la tormenta, estaban siendo divididas en fragmentos aún más pequeños por la lluvia, los truenos y la humedad, para luego ser arrojados de vuelta a la Tierra y ser inhalados por los humanos. Era alrededor de las 18:00 del 21 de noviembre de 2016 cuando el aire en Melbourne se volvió mortal. Las líneas telefónicas del servicio de emergencia australiano se encendieron, las personas con dificultades respiratorias empezaron a llenar los hospitales de la ciudad y había tanta demanda de ambulancias que los vehículos no podían llegar a los pacientes atrapados en sus casas. En las salas de urgencias el número de personas con problemas respiratorios se multiplicó por ocho y los ingresos al hospital de afectados por asma creció casi diez veces. En total, diez personas murieron, incluyendo una joven estudiante de abogacía de 20 años que se desmayó en su jardín, esperando la ambulancia mientras su familia intentaba resucitarla. Un sobreviviente describió cómo había estado respirando normalmente cuando, en cuestión de 30 minutos, se encontró jadeando por falta de aire. "Fue una locura", le contó a los reporteros desde su cama en el hospital. Paul Beggs, un científico de salud y medio ambiente y profesor de la Universidad Macquarie, en Sídney (Australia), recuerda el incidente bien. "Fue un evento absolutamente enorme. Sin precedente. Catastrófico", afirma. "La gente en Melbourne, los doctores, enfermeros y personas en las farmacias, nadie sabía lo que estaba pasando", agrega. Pronto quedó claro que se trataba de un enorme caso del llamado "asma de las tormentas eléctricas", que ocurre cuando ciertos tipos de tempestades fragmentan las partículas de polen en el aire, despidiendo proteínas y regándolas sobre las personas. Esas proteínas ampliamente dispersadas pueden desatar reacciones alérgicas en algunas personas, aún entre aquellas que nunca fueron asmáticas. Los eventos de asma de las tormentas eléctricas como el que afectó a Melbourne son un ejemplo extremo de cómo el polen de las plantas y las alergias que causan son dramáticamente alterados por el cambio climático. A medida que las temperaturas aumentan, muchas regiones están viendo cómo las alergias estacionarias están afectando a una proporción de la población cada vez mayor, durante temporadas más largas y con síntomas peores, indican los científicos. Este año se vaticina que en EE.UU. los niveles de polen serán más altos que el promedio histórico en 39 estados. Y existe la probabilidad de que irá empeorando en años venideros, advierten los expertos. El polen mismo es una parte esencial y constante en nuestro mundo. Estas partículas microscópicas pasan entre las plantas, haciendo posible su reproducción. Mientras que unas plantas propagan su polen con la ayuda de insectos, otras dependen del viento, enviando volúmenes enormes de esta sustancia polvorienta flotando en el aire. Muchas especies de árboles, pastos y hierbas dependen del viento para dispersar su polen. Son estas las que especialmente causan las alergias estacionarias, o fiebre de heno. Eso ocurre cuando tu sistema inmune erróneamente identifica el polen como una sustancia perjudicial, disparando una respuesta que normalmente está reservada para rechazar patógenos bacterianos o virus. Los síntomas comunes pueden incluir moqueo, ardor de ojos y estornudos. En algunos casos, las alergias estacionales pueden generar problemas para respirar cuando las vías respiratorias se inflaman, impidiendo que el aire llegue a los pulmones. Melbourne es el epicentro del asma de las tormentas eléctricas, con siete grandes eventos ocurridos desde 1984, pero se han dado eventos similares alrededor del mundo. Aunque siguen siendo raros, el cambio climático podría estar incrementando la probabilidad de más incidentes de asma de las tormentas eléctricas, en parte porque está extendiendo las temporadas de polen, pero también porque está aumentando la frecuencia de eventos climáticos extremos, incluyendo tempestades. Mientras no es posible determinar exactamente qué tanto el cambio climático influyó en la tormenta de 2016 en Melbourne, Beggs está "razonablemente seguro" de que tuvo un impacto. "Sabemos que el cambio climático está conduciendo a mayores cantidades de polen en la atmósfera", señala. "Está cambiando el carácter estacionario del polen. Está cambiando los tipos de polen a los que estamos expuestos". Beggs, que ha investigado el asma de las tormentas eléctricas extensamente, publicó un estudio en 2024 que examinó los vínculos entre este fenómeno y el cambio climático. Por suerte, los eventos de asma de las tormentas eléctricas siguen siendo raros. Pero el cambio climático está incrementando el riesgo de exposición al polen de otras formas. Por una parte, el aumento de temperaturas significa que las temporadas de polen -cuando las plantas emiten polen, típicamente en la primavera y verano- están empezando más temprano y durando más tiempo, dice Elaine Fuertes, una científica de salud pública que se enfoca en el medio ambiente y enfermedades alérgicas en el Instituto Nacional de Corazón y Pulmón, en Imperial College (Reino Unido). "Vas a tener personas que tendrán síntomas más temprano en el año, durante un período de tiempo más largo", comenta. En algunos lugares del mundo una de las culpables es la ambrosía, un grupo muy difundido de plantas florecientes que muchas personas perciben como maleza. Hay varias especies de ambrosía alrededor del mundo, pero pueden producir una cantidad increíble de polen. Una sola planta es capaz de emitir mil millones de gránulos de polen, por ejemplo. La ambrosía crece en jardines y cultivos, como también en rincones y recovecos urbanos. Las alergias producidas por la ambrosía ya afecta a unos 50 millones de personas en Estados Unidos. Un estudio que analizó los datos de 11 lugares en Norteamérica entre 1995 y 2015 encontró que 10 de esos lugares experimentaron temporadas de polen de ambrosía más largas, algunas veces mucho más largas. Durante ese lapso de 20 años, la temporada se extendió 25 días en Winnipeg (Canadá), así como 21 días en Fargo y 18 días en Mineápolis (EE.UU.). "El invierno se entibia, la primavera empieza antes, y el otoño se retrasa, así que el tiempo que pasas afuera en contracto con el polen alergénico definitivamente aumenta", expresa Lewis Ziska, profesor adjunto de ciencias de la salud y medio ambiente de la Universidad de Columbia, en Nueva York, uno de los investigadores de la temporada de polen de ambrosía. Estos cambios se vuelven más drásticos en el norte de Norteamérica, Europa y Asia, indica Ziska, pero también se sienten en Australia y regiones del sur de Sudamérica y África. Sin un recorte inmediato de emisiones de gases invernadero, los efectos seguramente serán peores. Un estudio de 2022 estimó que, para el final de este siglo, las temporadas de polen empezarán hasta 40 días antes y terminarán 15 días después de lo que sucede ahora, potencialmente implicando dos meses adicionales al año de síntomas para los que sufren de fiebre de heno. No sólo es que las personas estarán expuestas a los alergénicos durante más tiempo. También significa que la cantidad de alergénicos en el aire está incrementando en muchas partes del mundo. En la década de los 2000, la temporada de polen en EE.UU. continental empezó tres días antes de cuando lo hizo en los 1990, sin embargo, crucialmente, la cantidad de polen el el aire fue 46% más alta. Eso se debe en parte a que los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera están aumentando, por las emisiones de la actividad humana. Y muchas de las plantas molestas para los que sufren de fiebre de heno prosperan con el CO2. Cuando los investigadores cultivaron un cierto tipo de pasto bajo diferentes niveles de CO2, por ejemplo, descubrieron que las plantas cultivadas en una atmósfera que contenía 880 partes por millón (ppm) de CO2 echaban flores que producían casi 50% más polen que las plantas en una aire de 400 ppm. Esta última cifra imita los niveles actuales de CO2 en la atmósfera de la Tierra. Otros científicos también han experimentado cultivando diferentes tipos de robles, cuyo polen suele producir fiebre de heno en países como Corea del Norte. Bajo un escenario de 720 ppm de CO2, encontraron que cada roble tenía un conteo promedio de polen 13 veces superior a los árboles que estaban bajo un escenario de 400 ppm. Aún a 560 ppm, la producción de polen fue 3,5 veces mayor que los niveles actuales. Ziska, autor del libro Greenhouse Planet de 2022, condujo experimentos similares con ambrosía. Sus resultados reflejaron lo mismo que los otros investigadores. "Cada vez que aumentamos el dióxido de carbono, las plantas de ambrosía respondían. Crecían más. Producían más polen", señala. "Y hay evidencia de que estaban produciendo un polen más alergénico, uno que podría inducir tu sistema inmune a responder a un grado más alto que en el pasado". La propagación de especies invasivas a través de nuevas regiones del mundo también está generando reacciones alérgicas en nuevas poblaciones de personas. Por ejemplo, la ambrosía, que es originaria de Norteamérica, se ha propagado por Europa, así como en Australia, Asia y Sudamérica. Ya se reporta que un 60% de la población en Hungría, 20% en Dinamarca y 15% en Países Bajos está afectada por el polen de este prolífico grupo de plantas. Esto hace particularmente preocupantes que, para 2050, la concentración de polen de ambrosía en el aire se estime a cuatro veces más de lo que es hoy. Casi un tercio del aumento se debe a la continua propagación de especies invasoras, señalan los investigadores. Los otros dos tercios se deben específicamente al cambio climático, incluyendo el alargamiento de la temporada de cultivo a medida que las temperaturas aumentan. "Así que será una temporada que empezará antes, será más larga y más intensa para aquellos que experimentan síntomas alérgicos; y un riesgo más alto de nueva sensibilización para una población que anteriormente no estaba expuesta", afirma Fuertes. No todas las regiones del mundo verán producción más alta de polen. Algunos investigadores han encontrado que el sur de California, por ejemplo, experimentará temporadas de polen más anticipadas pero menos productivas, como resultado de menos precipitación. Pero estos vaticinios no toman en cuenta todos los efectos potenciales del cambio climático en los alergénicos que viajan por el aire. También podría haber impactos para la salud por la creciente probabilidad de incendios descontrolados, por ejemplo, porque estos aumentan el riesgo de asma y síntomas de alergia. Relativamente hablando, la cantidad de polen en el aire seguirá variando año tras año, indica Fuertes. Pero eso no será de mucho consuelo para los que sufren de fiebre de heno. "Una vez eres sensible y desarrollas síntomas alérgicos, la probabilidad es que continuarás sufriendo síntomas durante años cuando los niveles de polen estén más bajos del promedio", dice. "Reaccionarás al polen en el ambiente". Así que, ¿qué puede hace la gente? La reducción de emisiones de carbono ayudaría a evitar algo del peor impacto climático y otras estrategias también podrían mitigar el problema. Sería posible hacer algunas intervenciones drásticas pero directas. Por ejemplo, hace un siglo, algunas ciudades en EE.UU. establecieron una comisión para atacar la ambrosía. "Chicago emplea 1.350 personas en la lucha contra la fiebre de heno", resalta un titular de 1932. El artículo noticioso explica que personas -que de otro modo estarían desempleadas durante la Gran Depresión- recibieron el equivalente a una semana de comida y alojamiento (más "25 centavos en efectivo") por cada día que pasaran erradicando la planta. Aunque suene pintoresco, sí marcó una diferencia. Un estudio de 1956 de la "Operación Ambrosía" de la ciudad de Nueva York estimó que el corte de la planta en grandes cantidades disminuyó la producción de polen casi 50%. Hoy en día es en Europa donde se puede encontrar una acción coordinada. En Berlín hay trabajadores dedicados a encontrar y erradicar la ambrosía en la ciudad, mientras que Suiza prohibió la importación y venta de la planta en 2024 y estableció grupos de voluntarios que patrullan los parques públicos para arrancarla. Otras soluciones se basan en un diseño urbanístico más inteligente. "Definitivamente deberíamos volver nuestras ciudades más verdes", Fuertes opina. "Pero lo tendríamos que hacer con más cuidado". Plantar especies exóticas, por ejemplo, puede desatar nuevas alergias. Optar por los árboles machos de algunas especies que producen polen en lugar de los "enmarañados" árboles hembras que producen frutas -el llamado "sexismo botánico"- también puede incrementar los niveles de polen en las áreas urbanas, aunque los estudios han demostrado que el efecto de ese sesgo es relativamente pequeño en ciudades como Nueva York. También es importante monitorear y pronosticar los niveles de polen, añaden los científicos. "Necesitamos saber lo que estamos respirando. Eso es algo fundamental en términos de nuestra salud", expresa Beggs, que señala que mientras la mayoría de la gente da por sentado poder recibir información fiable, validada y en tiempo real de medidas como la temperatura y la precipitación en su área, muy pocos pueden decir lo mismo de los alergénicos en el aire. Pero aún esos servicios que hacen modelos del conteo de polen de manera extensa y detallada -como el Instituto Meteorológico Finlandés- no están monitoreando ni haciendo modelos de los niveles de alergénicos en el aire, que son mucho más exactos ya que cada gránulo de polen puede despedir diferentes cantidades de alergénicos y pueden varias según las condiciones climáticas. Esa es una medida diferente, indica Fuertes, una que ella ha demostrado que está más íntimamente vinculada a los síntomas alérgicos. "Nadie está midiendo los niveles alergénicos de manera rutinaria", asegura Fuertes. "Deberíamos estar dedicándonos a eso". En general, dicen los expertos, la ciencia es clara. Sin una acción concreta y coordinada, el cambio climático continuará haciendo peor la fiebre de heno a través de muchas regiones del mundo. Eso podría incluir eventos más dramáticos y mortales como el asma de las tormentas eléctricas. Pero también podría significar que haya más gente moqueando y sufriendo, durante una temporada más larga, cada año. "Ya tenemos los estudios que demuestran que realmente está teniendo un impacto en la salud humana", afirma Beggs. "Y va a empeorar".

Salud

2025-04-26 / 10:14:00

Lipodistrofia: El uruguayo que desafía la genética y vive sin grasa corporal


Arthur nació con lipodistrofia, una enfermedad poco común que provoca que su porcentaje de grasa corporal sea extremadamente bajo, pero que conlleva desafíos similares a la obesidad. Artur de Medeiros Queiroz nació con muy pocas células grasas en su cuerpo. Hoy, a sus 34 años, tiene un porcentaje de grasa corporal similar al de los deportistas de alto rendimiento. Aunque esto puede sonar como algo que mucha gente desearía, la composición corporal de Arthur es consecuencia de una mutación genética que, en la práctica, significa una vida bajo una dieta estricta y preocupación constante por su salud. La enfermedad de Artur, poco común y con un diagnóstico estimado de una persona por cada millón, se conoce como síndrome de Berardinelli o lipodistrofia congénita generalizada. Aunque la condición presenta características opuestas a las de la obesidad, las consecuencias de la lipodistrofia son, curiosamente, similares: desregulación metabólica y riesgo de diferentes enfermedades. Quienes padecen de esta afección carecen de adipocitos (células que almacenan grasa) en cantidades suficientes y el exceso de grasas termina acumulándose donde no debería. "A través de la circulación sanguínea, esta grasa puede depositarse en otros órganos, como el hígado, el páncreas y los músculos. Esto puede causar inflamación del páncreas, acumulación de grasa en el hígado y otros problemas metabólicos graves", explica Julliane Campos, profesora de la UFRN (Universidad Federal de Rio Grande do Norte) y especialista en biología del tejido adiposo. Dependiendo de la mutación genética involucrada y de la gravedad de la condición, las personas con el síndrome también pueden experimentar complicaciones en diferentes sistemas del cuerpo, como trastornos cardíacos y respiratorios, disfunciones hormonales que afectan la pubertad y la fertilidad, problemas renales, manifestaciones cutáneas y, en algunos casos, trastornos neurológicos. Otra consecuencia común es la falta de saciedad, agravada por la limitación en la cantidad de alimentos que estas personas pueden consumir, especialmente aquellos que contienen grasa. Esto se debe a que la leptina, la hormona que envía la señal al cerebro cuando estamos satisfechos, es producida por las células grasas, que están muy reducidas en estos pacientes. Nacido en Caicó, en la región de Seridó de Rio Grande do Norte, Artur recibió su diagnóstico tempranamente. De joven, las características físicas de la enfermedad ya eran bastante visibles, aunque a menudo suelen confundirse con las de una persona desnutrida, y muchos médicos aún desconocen el síndrome. Pero su abuela materna tuvo un hijo con este síndrome, lo que le facilitó el diagnóstico. Descubrir la enfermedad en la infancia también fue un gran desafío emocional para Artur. Su madre vendía bocadillos y cuenta que se le antojaban muchísimo. Pero cualquier cosa que no fuera "saludable" estaba prohibida para él. Su merienda escolar siempre era la misma: manzana, plátano y uvas. En la escuela, incluso les escondía el dinero del almuerzo a sus compañeros de clase para evitar verlos comer las golosinas de la cantina. Dice que no lo hacía por malicia. Luego, al final del recreo, les devolvía el dinero en la mochila. Igualmente, como tenía mucho más apetito de lo normal, a veces lo dejaban fuera de las fiestas de cumpleaños. Artur tampoco puede consumir bebidas alcohólicas, ya que su hígado metaboliza de manera "anormal" las grasas, lo que hace que el consumo de alcohol sea una fácil sobrecarga para ese órgano. "No era algo que quería hacer, de todas formas, pero de joven me convirtió en un marginado y en alguien antisocial". Recibió apoyo psicológico durante años, además de terapia logopédica y fisioterapia. Tenía dificultad para hablar; a veces tartamudeaba o confundía las letras, y también le costaba caminar. Su vida mejoró mucho cuando comenzó a cuidar su salud mental. Buscar apoyo lo ayudó a fortalecerse y a crear mecanismos de defensa para afrontar los prejuicios y la discriminación, que sufrió, tanto en la escuela como fuera de ella. Artur cree que las mujeres que padecen esta enfermedad tienden a sufrir aún más prejuicios debido a la apariencia que da la lipodistrofia. "Hoy en día, ya no sufro discriminación como cuando era niño. Pero las mujeres aún la sufren con mucha más frecuencia", opina. "Al no tener grasa, nuestros cuerpos se vuelven más musculosos, con un patrón que suele percibirse como más masculino. Y la gente todavía tiene una imagen idealizada de cómo debería ser el cuerpo femenino, así que, cuando ven a una mujer con este síndrome, con un cuerpo más definido y fuerte, parecido al de una fisicoculturista, terminan juzgándola". En los últimos años, Artur desarrolló diabetes, pero mantener una dieta equilibrada la mayor parte del tiempo ha evitado complicaciones más graves. Describe la necesidad de consumir sólo lo que es saludable como una cuestión de supervivencia. "Hay personas con lipodistrofia que, siendo muy jóvenes, ya enfrentan problemas graves como diabetes, necesitan insulina y también pueden presentar complicaciones hepáticas -como cirrosis o renales- y muchas requieren hemodiálisis. En mi caso, siempre he podido controlarla bien", afirma. El ejercicio físico regular también forma parte de la rutina de cuidado de Artur y es esencial para cualquier persona diagnosticada con esta afección. Mantenerse activo ayuda a la sensibilidad a la insulina, ya que durante la actividad física las células musculares aumentan la captación de glucosa sin necesidad de insulina, haciendo que el cuerpo sea más eficiente en el uso de la glucosa disponible en la sangre, lo que reduce la resistencia a la insulina y disminuye el riesgo de diabetes tipo 2. Además, el ejercicio ayuda a controlar los niveles de grasa en la sangre, aumentando el HDL (colesterol bueno) y reduciendo los triglicéridos y el LDL (colesterol malo), lo que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Para las personas con lipodistrofia, el ejercicio también es especialmente importante porque ayuda a reducir la grasa visceral, que es la grasa acumulada alrededor de los órganos internos -como el hígado y el páncreas- y que está directamente relacionada con el riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares. El síndrome debe su nombre al endocrinólogo paulistano Waldemar Berardinelli, quien describió la enfermedad por primera vez en 1954. La lipodistrofia tiene un origen genético y, para que el síndrome se manifieste, la persona debe necesariamente heredar un gen con la mutación tanto de la madre como del padre. Esto significa que si los padres comparten la misma herencia genética, la probabilidad de que ambos transmitan el gen mutado a sus hijos y que el síndrome se presente en ellos aumenta considerablemente. Es por esto que en algunas regiones los casos de la enfermedad se asocian a matrimonios consanguíneos, como por ejemplo entre primos. En Rio Grande do Norte en Brasil, por ejemplo, un estudio realizado en colaboración entre la UFRN y la actual Asociación Brasileña de Personas con Síndrome de Berardinelli y otras Lipodistrofias (ABSBL) mostró que en el estado viven alrededor de 44 personas con la condición, lo que representa una prevalencia de 32,3 casos por 1 millón de habitantes, un número significativamente superior al promedio mundial, que es de 1 caso por millón. La colonización portuguesa jugó un papel importante en el surgimiento del síndrome en la región, debido a un fenómeno conocido como el "efecto fundador". Según un libro sobre el tema producido por la profesora Julliane Campos y otros investigadores de la UFRN, los primeros habitantes de Seridó, alrededor de 1720, eran portugueses procedentes del norte de Portugal y de las Azores. Estas familias, al establecerse, comenzaron a casarse entre ellas, lo que era común en la época como una forma de mantener la riqueza dentro del grupo familiar. Esta elevada tasa de matrimonios entre familiares provocó que las alteraciones genéticas presentes en algunos individuos se propagaran, contribuyendo a la permanencia y diseminación de mutaciones asociadas a la lipodistrofia. Las familias también procedían de otros estados como Paraíba, Pernambuco, Ceará y Minas Gerais. Existen diferentes formas de lipodistrofia. Según la profesora Julliane Campos, en la forma generalizada, que es la más grave, los pacientes pueden presentar alteraciones en hasta cuatro genes ligados al metabolismo, es decir, genes que regulan la formación de adipocitos o el procesamiento de la propia grasa. "Lo que estos casos tienen en común es que, con los genes mutados, se produce una falla en la formación de células grasas", afirma. "Por lo tanto, estos individuos nacen con una cantidad reducida de estos adipocitos". Todavía no existe un tratamiento que proporcione una cura completa para el síndrome, así como tampoco existe una dieta capaz de revertir la lipodistrofia. El tratamiento se centra en controlar los cambios metabólicos, como el control de la glucemia, el manejo de las complicaciones y una mejora de la calidad de vida. "El tratamiento busca abordar algunos de los factores que causa la enfermedad, como la diabetes y los problemas cardiovasculares, pero no la enfermedad en sí. Por eso insistimos tanto en la importancia del diagnóstico precoz, especialmente en las enfermedades raras, donde los medicamentos son muy caros. Iniciar el tratamiento a tiempo previene complicaciones graves", señala Campos. La profesora explica que sólo existe un medicamento aprobado para el tratamiento específico de la lipodistrofia, que es un análogo de la leptina, una sustancia sintética que imita la acción de la hormona responsable del apetito. "Se llama metreleptina y se aprobó en Brasil en 2023. Estamos esperando su comercialización para uso generalizado en afecciones médicas, pero, por ahora, solo unos pocos pacientes tienen acceso a este medicamento", explica. Artur obtuvo acceso al medicamento en 2016 a través de una demanda. "En ese momento, el medicamento no estaba reconocido por Anvisa y era muy caro: una dosis costaba más de R$2.000. El proceso no fue sencillo. Me sometí a una evaluación en Brasilia y tuve que defender que el medicamento me daría buenos resultados. Lamentablemente, no todos los pacientes pueden recibir este tratamiento". Artur asegura que, a pesar de que la condición requiere atención constante y puede derivar en afecciones graves si no se controla, lleva una vida activa e independiente. "No tengo limitaciones. Vivo solo y viajo con frecuencia. Claro que estas actividades requieren cuidados -y siempre lo harán-, pero puedo decir que llevo una buena vida y estoy agradecido por ello". Hoy Artur es servidor público, dice que tiene un buen sueldo y que no tiene ninguna dificultad para vivir de forma independiente. También estudia un doctorado en Educación, Ciencias y Matemáticas en la Universidad Federal de Paraná y aprovecha para viajar, su actividad favorita, siempre que puede. "El año pasado, gracias a mi doctorado, tuve la oportunidad de hacer un intercambio y pasé seis meses en Portugal. Fue un sueño. Estuve lejos de todo: mi familia, mis médicos, pero, gracias a Dios, no enfermé", cuenta. Añade que espera que la enfermedad se conozca mejor y que los diagnósticos sean más precisos y se realicen cada vez más temprano: una forma de mejorar la calidad de vida de los pacientes y hacer que lo "diferente" sea más reconocido.

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